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Progreso...

 Hace tiempo entendí que una cosa es entender las cosas con la mente, y una cosa es entenderlas con el corazón.

De lo mucho que he leído, he entendido mucho con mi mente, cuando lo pongo en práctica y veo que funciona, llego a entenderlo con el corazón, y si lo tomo como parte de mi vida, se modifica mi cerebro y llego a la sabiduría implícita de las cosas.

Ayer luego de concluir que debo bajar mis expectativas al momento de despertarme, entendí algo con mi cabeza, hoy al despertarme con expectativas "ajustadas" lo entendí con mi corazón.

El entender esto me hizo diferente, en un buen sentido, la experiencia de despertar. Ya no solo siento alegría y gratitud por mi vida y la de mi esposo, sino que al aceptar que no despierto como si tuviera 3 meses de excelentes vacaciones, hago más fácil, más dócil, la entrada en el día. Fluyo sin resistencia, sin preguntarme ¿Por qué me siento así? ¿Cómo es posible si acabo de despertarme? Simplemente lo acepto y hago lo mejor que puedo con ello.

Y sí, funcionó, pude ir haciendo las cositas que tenía que hacer, incluyendo escribir aquí, escribir aquí me hace bien, me ayuda, me da ánimo y sensación de progreso.

Voy comprendiendo cada día mejor como un cambio en la actitud, en el cómo se miran las cosas, en como se perciben, afecta de manera determinante la vida.

Es como dice Marián, si quieres que te pasen cosas buenas, tienes que saber a qué cosas estar atento, porque si solo te fijas en lo que no te gusta, pensarás que solo te pasan cosas malas, pero si por el contrario te vuelves detallista y busca lo bello, lo hermoso, lo pequeño pero significativo en tu vida, descubrirás que siempre ha estado allí, delante de tus ojos, ocurriendo, contigo, para ti.

Es hermoso descansar el alma... Hasta otra vez...

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